Cae, se levanta y tropieza. Mirando desde un punto de vista un poco mas alto ve para abajo, ve al mundo, ve la vida. El tiempo parece detenerse, los minutos ya no pasan y los segundos no suman. Parece ser el momento perfecto, parece ser el cielo. Digamos que un lugar increible, una sensacion ideal. Volviendo al tiempo real, a la actualidad, las cosas buenas pasan volando y lo malo, lo peor, lo innecesario pasa tan despacio que aburre. Tan despacio que harta. Tan despacio que te duerme. Dentro de los sueños nos escondemos de esas cosas inservibles, de lo que resta, de lo que sobra. Encontramos el lugar ideal dentro de nuestra cabeza y todo parece solucionarse. Entramos en un profundo reposo donde todo parece posible, real, logico. Nos adentramos en nuestros mas profundos deseos y nos dejamos llevar por ilusiones poco realizables. Se necesita mas de una porcion de ilusion, mas de una porcion de aire, mas de una porcion de esperanza, mas de una porcion de vida para poder ser feliz.