Tiempo al tiempo

Toma otro cigarrillo, lo enciende y se queda esperando tras la puerta. Esperando la respuesta que nunca vendrá, esperando aquella alegría o tristeza. Qué puede ser peor que ese estado de dubitación? Considerando, obviamente, que su vida pende de un hilo poco fuerte y que todo depende de ello. Sí o no? Los minutos no parecen pasar, el tiempo pasa tan lento y a la vez tan rápido. La vida se apura y te hace esperar, te hace pensar, te hace actuar, te hace sentir. Camina, dando pasos cortos pero fuertes. Apasionada, confundida y ansiosa. Por qué no llega? Qué estará pasando? Minutos se van y finalmente se hunde y entiende. Entiende todo. Si pudieramos adelantar el tiempo nos daríamos cuenta que nada en la vida vale la pena. Que todo pasa tan rápido que después de todo no nos acordamos de nada, sólo esos mínimos detalles que hacen poco a poco que la vida tenga algo de sentido, algo de emoción. Dale tiempo a la vida, ya va a llegar. Capaz no YA, capaz en algunos años o quién sabe cuándo. Pero cuando menos lo esperes, algo bueno va a aparecer, algo que haga que la vida valga la pena.