Romeo y Julieta.

Por qué me fui antes de tiempo? Por qué no te sujeté para siempre? Nos despedimos con un beso y un adiós y ahí todo terminó. Amanecimos un día con esperanzas nuevas, abrazados a una ilusión. Nos tendimos sobre la naturaleza, dejando los minutos pasar, interesados en el cielo, en la vida; pero sólo en la nuestra. Nos tomamos las manos y nos sentimos una misma persona, compartiendo sentimientos de alegría, de tristeza, de amenaza, de confianza. El aire nos llevaba, nos hacía volar. Transparente, translúcido, tan fresco. Caminamos un poco por ahí, hablando de cosas sin sentido, por lo menos para lo que llaman "común" en este mundo. Poco tiempo, poco espacio y chau. Adiós para siempre Romeo, no sabía que iba a ser nuestro último beso, nuestra última caricia, nuestra última sonrisa. De haberlo sabido, no te hubiera soltado, me hubiera aferrado a vos con todas las fuerzas que tenía en ese momento. Pero nadie me avisó, nadie me previno de tal mal. Adiós nuevamente Romeo, y buen viaje al más allá. Que Julieta, desde acá, te está esperando.