Almas rotas

Miles de ellos caminando por toda la ciudad en busca de algo. Algo para comer, algo para beber, ALGO para tener. Pidiendo una simple moneda a cientos de personas que pasan por la avenida Santa Fe y como mucho, solamente tres personas notan su presencia y se jactan de lo obvio. Ignorados, maltratados, prejuiciados. Está bien, es la realidad, no es por nada que tienen esa reputación. Pero hay tantos que podrían ser diferentes, tantos que podrían ser educados como se merecen y sin embargo, sus posibilidades son arrebatadas desde el momento que a los seis años prueban la droga por primera vez. Desde que sus padres los obligan a robar o a trabajar. Cómo pretendemos entonces que sean educados? Que tengan valores? No se puede, NO PUEDEN, y eso es lo que no vemos, sólo vemos nuestro lado de la historia, solo vemos chicos en la calle pidiendo o robando. Sólo vemos chicos con la carita triste, con las manitos sucias, con los pies cansados, con el alma rota.